El eco de la violencia resuena en el mundo

"Ser cosmopolita significa la generosa ambición de querer ser sensibles a todos los países y a todas las épocas. Ser un patriota del cielo".- Jorge Luis Borges

Antes de salir de la redacción, una alerta de Reuters se asomó en la pantalla, se reportaban 16 muertos en Francia, en la medida que el tiempo transcurría la cifra se iba haciendo aún mayor. Hoy, con mucha pena, leo que hay al menos más de 120 muertos en Francia y 41 en el Líbano.

La escala de esta tragedia ha sembrado el terror en la capital francesa, a poco más de dos semanas de la COP21, que se realizará en Le Bourget, al norte de París. En total, al menos 128 personas murieron, sin contar los ocho asaltos, y más de 250 heridos.  En tanto, en un distrito al sur de Beirut (Libano), dos atentados suicidas dejaron al menos 41 muertos y más de 200 heridos.  En ambos casos, el Estado Islámico se atribuyó el atentado.

Beirut es un bastión del movimiento chiíta Hezbollá.

Sé que incluso una muerte es significante, ya que toda existencia es igual de vital y necesaria. Sé también que estos hechos necesitan de múltiples aristas para ser entendidos,mas no puedo dejar de recordar las palabras de Barack Obama: "estamos acelerando la formación de las fuerzas del ISIL".
Ojalá dejemos de ser receptores de tanta violencia, ojalá los sueños de libertad, equidad y amor se propaguen y apaguen aquellos deseos de destrucción. Ojalá la solidaridad se haga extensiva hacia otros pueblos. No olvidemos que el eco de la violencia resuena también en pueblos como el de Palestina y Siria.

En lo personal, siempre he creído que el hombre no es malo por naturaleza, que son algunos vicios lo que lo enajenan y lo convierten en un lobo para el otro. Creó que la avaricia y el individualismo son lastres con los que debe luchar el ser humano. He observado tantos gestos de gratitud y benevolencia que me niego a pensar que la humanidad esta perdida. Y aunque parezca insignificante la preocupación de gran parte de la ciudadanía muestra símbolos de vehemencia. Aún hay esperanza.