CRONISTA ETERNA

domingo, 10 de enero de 2016

Elogio a la amistad: la sencilla, la verdadera

Es increíble la forma en la que desvincularnos de lo aparente nos hace sentir vivos. Estas últimas semanas mi presencia en las redes sociales ha disminuido abismalmente, lo que me ha ayudado a conectarme con cosas que en ocasiones pasan inadvertidas.

No solía ser recelosa con mis amistades, hasta que una persona hizo que me refutará lo que consideraba como verdadero, fui allí cuando empece a darme cuenta que tenía filtros muy endebles.Un momento agradable, incluso una platica sobre un momento intimo, no hacen a alguien un amigo, son las experiencias las que construyen lazos que luego se consolidan en una amistad. Tú no te presentas a una persona con un curriculum, con una lista de taras y virtudes, es en la relación diaria cuando se va desvelando el mundo de la otra persona, y así recíprocamente.



Nos suelen repetir que un amigo es aquel que esta contigo en los momentos de tristeza, sentencia frente a la cual tengo una serie de dudas.  En momentos de tristeza incluso un compañero puede hacerse presente, motivado por un impulso de solidaridad y empatía. En mi opinión, un amigo es aquel que percibe tus estados de animo, que descifra tu silencio, que viene sin ser llamado. Es cierto que por cuestiones de la vida a veces la comunicación es insuficiente, pero también es cierto que no podemos valorar aquello en lo que no invertimos. No hablo de dinero, hablo de algo que escapa del valor material que limita al ser humano, me refiero al tiempo. 

Un amigo tampoco es aquel que en pos de la diversión no respeta tus principios, muchas veces confundimos amistad con camaradería. Lo he visto, he visto como se forja "amistad" entre mentira y golpes bajos, pueden reír en una fiesta o reunión y luego, tal cual cuchillas, lanzar duras criticas ante la ausencia de la persona.

El respeto y bien común son principios básicos para una relación amical. Un amigo te dice aquello que necesitas, no lo que quieres escuchar, destruye tu ego y te ayuda a avanzar, te motiva, te alegra, te empapa de tranquilidad. 

Soy consciente que el afán por las apariencias siempre nos empapa, en menor o mayor medida, pocas veces cuidamos con recelo nuestras ideas, aquellas que revelan las intenciones, lo que realmente buscamos, pero también que son pocas cosas que realmente podemos escoger en la vida, la verdadera amistad es una de ellas. 

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