(Foto: Gran Teatro Nacional) |
"Para nosotros es una alegría", afirma Lucho Quequezana, quien con Cabina Libre ganó en las categorías Cultura y Arte y Diseño. "De chico cuando empiezas en la música te dicen que estás loco, que esto no va a funcionar. De pronto encuentras a un equipo de gente, otros locos como tú, que en mi caso es Cabina Libre, que apuestan por hacer empresa con la cultura y la música", manifiesta sin titubeo.
Cabina Libre nació en el cuarto del sonidista del grupo, Alfredo Quequezana. Una computadora vieja, un micrófono de karaoke y una consola que se caía a pedazos bastaron para empezar a componer música. "Para poder grabar sacábamos el colchón de mi hermano porque no entraban los instrumentos", recuerda el compositor.
El laboratorio de ideas de Lucho Quequezana se ubica ahora en el cuarto piso de un edificio de Miraflores. Sus paredes han sido testigos de la producción de los proyectos del compositor, quien adelanta que empezarán a producir artistas nacionales que quieran arriesgarse a hacer cosas distintas, cosas nuevas.
El reconocido músico peruano cree que es importante ligar la creatividad con la identidad. "Creo que una de las cosas que nos caracteriza a los peruanos es justamente eso, la creatividad. Y nosotros lo ponemos en evidencia innovando cosas, porque hemos tenido que inventarnos 50 mil plataformas y tecnologías para poder hacer las cosas locas que se nos ocurren", añade.
Seguidamente expresa su emoción por la expresión de las personas al ver el resultado de su trabajo. "Que se de la oportunidad de ver la música de una manera distinta creo que es una alegría para nosotros", dice Lucho Quequezana. Él está convencido de que ese es el gancho con el cual las personas se pueden acercar a la cultura, ingresando así a un viaje sonoro del cual es difícil despertar.
EL DATO
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