"No puede descartarse que existiera ejecuciones extrajudiciales en la Operación Chavín de Huantar", escuché hace algunos años. Y es cierto, ¿cómo negar la posibilidad si era un patrón que se seguía en el gobierno de Alberto Fujimori? Sino recordemos lo ocurrido en La Cantuta, la Universidad Nacional del Centro, Castro Castro, el Santa, entre otros. O revisemos el Manual del Ejército conocido como Equipos Básicos, en el que se habla de las tácticas que se debían usar contra los grupos subversivos.
Existe una gran cantidad de testimonios que alimentan la idea de las ejecuciones extrajudiciales. Entre ellas esta las del exdiplomático japonés, Hidetaka Ogura, quien relató la muerte de algunos miembros del MRTA su libro El diálogo obstruido.
“Todos los rehenes que estábamos en la habitación 'I' fuimos conducidos hacia la casa contigua por el túnel por el cuerpo especial -escribe en su libro-. Ahí vi a `Tito', el número dos, tirado en el suelo con las manos amarradas atrás. De esta escena he sido testigo junto con diez rehenes japoneses y siete rehenes peruanos. La casa vecina donde fuimos (...) a refugiarnos estaba resguardada por el cuerpo de la Policía Nacional, pero `Tito' fue llevado de regreso a la residencia del embajador Aoki.”
Otro testimonio es el del periodista Umberto Jara, quien en su libro Secretos del túnel, hace referencia a las declaraciones que en aquel entonces brindaron los policías Marcial Torres y Raúl Robles, quienen habrían entregado a un miembro del MRTA al equipo comandado por Jesús Zamudio Aliaga, para su posterior interrogatorio.
"Después de unos cinco minutos, ingresa un comando a la casa Nro. 1 por el túnel del jardín y le entregamos al emerretista capturado, este comando lo hizo regresar por el túnel hacia el interior de la residencia. El emerretista hizo resistencia, pero el comando, a viva fuerza, se lo llevó. Nunca más volví a verlo. Yo pensaba que este emerretista capturado iba a ser presentado a la opinión pública como un prisionero, para después ser interrogado o que brindara información valiosa; sin embargo, para mí fue una sorpresa ver en el noticiero que todos los emerretistas habían muerto en combate, quedándome callado sin dar cuenta a nadie por temor a alguna represalia del sistema”, manifiesta el Suboficial de la Policía Raúl Robles Reynoso.
Asimismo, las pericias realizadas por el Equipo Peruano de Antropología Forense (EPAF) revelan que, al menos en un caso, uno de los secuestradores fue ultimado con un solo disparo, en forma tal que fue presuntamente ejecutado en condición de rendido.
"Tenemos 130 disparos contabilizados en el esqueleto, pero 130 no son los que se dispararon, eso es el mínimo, son muchos más que atravesaron el esqueleto, más aquellos que dispararon al blanco y que no llegaron a acertar (..) Esto en algunos cadáveres como es, creo el NN2, 5 y creo que 11 o 12 es muy notorio, puesto que los orificios que aparecen en las ropas no se corresponden con hallazgos en los esqueletos”.-Juan Manuel Cartagena, médico forense español.
Por esta razón, no es casual que se polarizará las opiniones tras la decisión del Congreso de nombrar Héroes de la Democracia a comandos de la Operación Chavín de Huantar. ¿Se debe vulnerar los derechos de quienes consideramos culpables? ¿qué nos diferencia de aquellos que criticamos? ¿el fin justifica los medios? Interrogantes que persisten en el tiempo.
SOBRE EL MANUAL
Agenciaperu.com tuvo acceso al manual de inteligencia militar ME 38-23, que data del mes de abril de 1991, fecha en la que según Carlos Tapia, exmiembro de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), Fujimori “ordenó la redacción y distribución de este manual”. Fecha también en la que el entonces ministro del Interior, Adolfo Alvarado Fournier, asegura que ya existía una decisión política para enfrentar el problema de la subversión en el Perú .(El Comercio, 4 de enero de 1991).
Pero ¿Qué nos dice este manual? Básicamente resume las funciones de 36 equipos de inteligencia, grupos operativos denominados “equipos básicos”. Además coloca a los aparatos de inteligencia en el marco del nuevo poder que se estaba afianzando: el SIM.
Se señala textualmente: “Para el planeamiento y ejecución de OEI es considerado el más alto nivel de planeamiento y decisión al Servicio de Inteligencia Nacional, como cabeza del sistema de inteligencia nacional" (artículo 41, a).”
En el citado manual se puede leer un acápite titulado “Equipo de Contraterrorismo”, el cual incluye las siguientes directrices: “Misión: prevenir, detectar, localizar, identificar, neutralizar y/o eliminar personas que realicen actividades de terrorismo”. Asimismo, se señala que había que eliminar a los presuntos subversivos o no capturar prisioneros. Función que el destacamento Colina, por ejemplo, asume al eliminar a presuntos subversivos con métodos de guerra sucia.
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