"Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol".-Martin Luther King
Un 15 de enero nacía en el sur de Estados Unidos, Michael King Jr., más conocido como Martin Luther King Jr. (MLK). Acérrimo defensor de los derechos civiles y crítico del racismo, la explotación económica y el militarismo, encontró la paz que anhelaba al responder la pregunta que con tanta insistencia se hacía "¿qué estas haciendo para otros?".
El inicio
Nacido en Atlanta, Georgia, Martin Luther King creció en un ambiente donde la discriminación racial era una forma de vida. Su primera exposición a la segregación se presento cuando tenía apenas seis años, al darse cuenta de que no podía asistir a la misma escuela que su mejor amigo. Al crecer, Martin Luther King encontró discriminación similar en los restaurantes y en los autobuses públicos y trenes. Pero como todo el mundo, empezó a aceptarlo.Las cosas cambiaron en el verano de 1944, cuando fue a trabajar a Harford, Connecticut. En una carta a su padre, expresaba su asombro diciendo "Los blancos aquí son muy agradables. Vamos a cualquier lugar al que queramos y nos sentamos en el lugar que queremos." El joven pronto se dio cuenta que lo que consideraba como real no era más que una forma de vida.
Sin embargo, fue recién en diciembre de 1955, cuando una activista llamada Rosa Parks fue encarcelada por negarse a abandonar su asiento y cedérselo a un pasajero blanco, cuando empezó activamente su activismo, pidiendo a los residentes afroamericanos de Montgomery boicotear los autobuses públicos y trenes. Le tomó un año entero, pero en 1956, la Corte Suprema de los Estados Unidos finalmente aprobó la legislación para abolir la segregación en el transporte público.
Por supuesto, la mayoría de nosotros lo recordamos por su famoso discurso "I Have a Dream Speech", y es justo que lo hagamos, pero hay muchas más razones por las que deberíamos recordarlo.
El otro sueño de Martin Luther King
El activista quería poner fin a la segregación y la discriminación racial en conjunto. Pasó la próxima década pidiendo a los estadounidenses luchar contra la injusticia de una manera no violenta, con boicots y marchas. Aunó sus esfuerzos contra lo que consideraba la lucha central en Estados Unidos, la lucha de clases.
Desde 1967, Martin Luther King se volvió un tenaz critico de la guerra de Vietnam. El sermón que se encuentra en los siguientes párrafos,, "Por qué me opongo a la guerra en Vietnam", fue vilipendiado por la prensa de la epoca. El New York Times lo atacó en un editorial titulado "El error del Dr. King": "Los hechos pueden ser duros, pero no justifican semejantes calumnias...No hay respuestas simples ni fáciles para la guerra de Vietnam ni para la injusticia racial en este país". En tanto, la revista Life llego a calificar su sermón de "calumnia demagógica que suena como un guión para Radio Hanoi."
Las encuestas revelan que casi 15 millones de americanos se oponen explícitamente a la guerra en Vietnam. Y hay millones adicionales que no se atreven a apoyarla. E incluso aquellos millones que sí apoyan la guerra, están desanimados, confundidos y llenos de dudas. Esto revela que millones han elegido ir mas allá del cómodo patriotismo, hacia el terreno del disenso firme, basados en los mandatos de su conciencia y en la lectura de la historia. Por supuesto, una de las dificultades de hacerse oír en estos días es que algunos están buscando equiparar el disenso con la deslealtad. Son días oscuros para nuestra nación cuando las autoridades intentan usar todos sus medios para silenciar el disenso. Pero algo esta ocurriendo, y no podrán callar a la gente. Pero la verdad debe ser dicha, y yo digo que quienes buscan hacer creer que cualquiera que se oponga a la guerra de Vietnam es un tonto o un traidor o un enemigo de nuestros soldados está tomando posición contra lo mejor de nuestras tradiciones.
Yo no he perdido mi fe. Y no desespero, porque sé que existe un orden moral. No he perdido la fe, porque el arco del universo moral es largo, pero se curva hacia la justicia. Todavía podemos cantar "Venceremos!" porque Carlyle tenia razón "ninguna mentira dura por siempre". Venceremos porque William Cullen Bryant tenia razón: "La verdad, derribada por tierra, se levantará otra vez." Venceremos, porque James Russell Lowell tenia razón: "La verdad está siempre en el cadalso, y la mentira siempre en el trono". Sin embargo, en ese cadalso se balancea el futuro. Venceremos porque la biblia tiene razón "Cosecharas tu siembra". Con esta fe seremos capaces de sacar una piedra de esperanza de la montaña de la desesperanza. Con esta fe podremos transformar las ruidosas disonancias de nuestro mundo en una hermosa sinfonía de fraternidad. Con esta fe podremos adelantar el día en el que la justicia fluirá como agua, y la probidad como un potente torrente. Con esta fe podremos adelantar el día en que el león y el cordero yacerán juntos, y cada hombre se sentará bajo su propia vid y bajo su propia higuera, y nadie tendrá miedo porque las palabras de Dios lo han predicho. Con esta fe podremos adelantar el día en que en todo el mundo podamos tomarnos de la mano y cantar las palabras del negro spiritual "¡Libres al fin! ¡Libres al fin! !Gracias Dios todopoderoso, al fin somos libres!" Con esta fe cantaremos, de la misma manera en que nos preparamos para cantar ahora. Los hombres transformarán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces. Y no se alzarán nación contra nación, ni estudiarán mas la guerra. Y yo no se ustedes, pero yo nunca mas estudiaré la guerra.
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