Algunos lo llamarán resignación, pero considero que aceptar lo que nos presenta la vida nos acerca un poquito hacía la felicidad. Es cierto que existen heridas que difícilmente se borrarán, palabras que probablemente mermarán momentáneamente nuestras sonrisas, pero si uno es consciente de que todo es un proceso aquellos hechos serán más llevaderos. Debemos entender que las personas no siempre son conscientes del dolor que son capaces de generar, que cada ser lucha contra sus propias taras, y que a veces la mejor decisión es alejarse, porque como leía esta semana, a veces quedarse es ir demasiado lejos.
Las personas somos instantes que en ocasiones se vuelven eternos, traspasan el plano de lo racional y simplemente se vuelven parte sustancial para un otro. Por eso procuremos dejar huellas y no heridas, sigamos avanzando y mejorando como personas, así lograremos una mejor convivencia con los seres que amamos. Y ¿quién sabe? Quizás sin buscarlo podramos encontrar la más feliz de nuestras horas.
Hay distintos caminos para obtener la felicidad, aunque personalmente no la veo como el mayor logro para un ser humano. Si está estrechamente ligado a la alegría y elevados niveles de emoción y apego por lo existente, pues tiende a volverse una obsesión, lo cual no es malo, pues tienes pilar de por vida, es un pilar artificial pero muy importante para el alma.
ResponderEliminarLas personas queremos ir contra lo natural, vivir cuanto mas se pueda, incluso estando vivos o trascendiendo lo que consideramos vida, dejando pisadas en una hermosa playa de arena o en una roca solida moldeada.
La catarsis es un estado perfecto de entendimiento propio, un estado donde entendemos que nuestra mente prevalece ante todo, incluso a lo que consideramos real o existente.